Juan Lluna

HOMENAJE

Juan Lluna (Godella, 19/2/1933 – 21/12/2019) se enfrenta al lienzo vacío desde la tranquilidad del artista que sabe, que conoce, que domina la técnica que le va a permitir construir el cuadro ideado. En sus inicios autodidacta, Lluna aprende desde muy joven de su padre el arte del uso del pincel, que, más tarde, le lleva a realizar estudios en la Escuela de Artes y Oficias de Valencia.

Este importante punto de partida del dominio de la técnica le autoriza a enfrentarse al lienzo vacío desde la tranquilad, desde un saber pausado que tiene como fruto una pintura amable que invita a una contemplación sosegada y serena.

Estamos frente a una pintura realista que se centra fundamentalmente en el paisaje. Paisajes de un entorno cotidiano, Godella, que Lluna amplia viajando: Venecia, Cadaqués, París, Andilla, entre otros lugares, son escenarios de los que el artista se adueña y adopta como parte de su entorno. Estos viajes, cuya finalidad es descubrir nuevos enfoques, forman parte de un proceso de aprendizaje, son un reto para innovar, para no enfrentase siempre a lo mismo. Viajar para observar “motivos diferentes, […] coloridos y luces diferentes” (Entrevista Juan Lluna, Las Provincias, 1974). A través de la naturaleza el artista investiga sobre todo el tratamiento de la luz, que domina a la perfección, sabedor de que cada paisaje requiere una luz diferente, tanto si aborda la luz levantina como si está frente a paisajes de otras tierras. La luminosidad en sus lienzos es una de las características de su pintura.

Sus obras están muy bien instrumentadas, con un dibujo descriptivo y una composición equilibrada. Son pinturas amables de pincelada fluida y de un gran cromatismo, que invitan a la contemplación, al disfrute del paisaje, con una temática que no denuncia, que no alarma, donde la figura humana no suele estar presente y si lo está es anecdótica, a menudo como un guiño del artista. El interés de Lluna en sus pinturas se centra en los espacios urbanos (Mercadillo en la Ermita de Godella) donde la arquitectura está presente, en la naturaleza (Paisaje de Andilla) y queda manifiesto un particular interés por el agua en sus diferentes manifestaciones. El agua como lugar de encuentros comerciales en los puertos, fuente de leyendas o mitos, como elemento imprescindible en la construcción de marinas. Agua y armonía (Atardecer en Venecia; Portuaria, Valencia).

Es así, a través de estos paisajes familiares y reconocibles, próximos o lejanos en la geografía, como Juan Lluna invita al espectador a adentrarse en la contemplación de la pintura artística.